Pablo Moyano presentó su renuncia al triunvirato de dirección de la CGT hoy, tras el rechazo de un sector del consejo directivo a su propuesta de realizar el tercer paro general contra la administración de Javier Milei.
“Renuncio al no coincidir con las medidas de la denominada mesa chica”, El hijo mayor de Hugo Moyano argumentó en una carta al consejo directivo que, por lo tanto, deja de liderar el triunvirato que había formado desde 2021 junto a Héctor Daer, representante de «los Gordos» (grandes sindicatos de servicios), y Carlos Acuña, aliado de Luis Barrionuevo.
Antes del paro de transporte del 30 de octubre, Moyano había condicionado su futuro en el triunvirato de mando de la CGT a la espera de una reacción corporativa en contra del Gobierno. “Mitad de la CGT quiere dialogar con el Gobierno y la otra mitad quiere estar en la calle para defender los derechos de los trabajadores. No se puede mirar para otro lado”, dijo el número dos de los camioneros tras la huelga de transportistas. Un día antes, sin saber el grado de adhesión que iba a tener la medida de los transportistas, había dicho: “Después del 30 de octubre se decidirá la situación del sector que representamos, si continuar en la CGT o proponer una profundización del plan de lucha que arrancó con el paro de enero. No hay otra alternativa que un paro general”.
La CGT decidió el martes pasado abrir un canal de diálogo con el Gobierno y rechazar la solicitud de Moyano de proceder con otra protesta contra la administración de Milei. Esta posición contó con el respaldo de Hugo Moyano, quien nuevamente destacó sus diferencias con su hijo.
“No es momento para hacer un paro, no hay margen para una medida loca a fin de año, menos con la inflación a la baja y con estabilidad cambiaria”, dijo un jerárquico de la CGT al que le incomoda el conflicto y que presionó en la discusión interna para forzar una negociación con la Casa Rosada. “El diálogo es la llave maestra para resolver los conflictos”, El dirigente argumentó durante la reunión en la sede de la UPCN. Se tomó la decisión unánime de no confrontar con los libertarios allí, en el gremio estatal, con la presencia de representantes de las diversas corrientes sindicales que coexisten en la CGT actualmente. Según dos testigos, la decisión fue unánime. Solo hubo una solicitud disruptiva del moyanismo para convocar al consejo directivo en su totalidad.
La renuncia de Moyano se une a la dimisión previa de Mario Manrique, líder del Smata y exsecretario gremial de la CGT. Manrique también citó discrepancias con el ala dialoguista al dimitir. Ahora, Moyano, buscando nuevos aliados, ha decidido formar una coalición con ambas ramas de la CTA, movimientos sociales afines al kirchnerismo y sectores de izquierda. Es más, es probable que junto a ellos organice una manifestación de protesta el próximo 5 de diciembre.
La dimisión tuvo un fuerte impacto en el ámbito sindical, aunque no resultó sorpresiva, dado que Moyano había condicionado previamente su continuidad en la central obrera. Ahora, Hugo Moyano, dirigente del Sindicato de Camioneros, nombrará al sucesor de su hijo mayor en la dirección de la CGT, puesto que los puestos no son individuales, sino representativos de cada entidad gremial.
Es incierto el futuro de los demás dirigentes del consejo directivo afines al moyanismo tras la salida de Pablo Moyano. Es posible que sigan su ejemplo, como Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Pablo Flores (Aefip) y Omar Plaini (Canillitas).