Un escándalo producido en la Administración del Puerto de Puerto Deseado, tras conocerse un supuesto pedido de coimas a un buque de la empresa naviera Maersk para cubrir los gastos de custodia, por parte de María Esther Lavado, titular de la Unidad Ejecutora Portuaria, dio lugar a la presentación de las respectivas renuncias de dos funcionarios de alto cargo, esa administración.
Carolina González y Pablo Martín, responsables de la gestión portuaria, renunciaron para quedar a salvo de la responsabilidad operativa de
esta situación que compromete la gestión actual y pone un manto de sospecha sobre desde cuándo y con cuántas empresas, se habría practicado esta metodología de “coimas” encubiertas.
Los renunciantes declararon ante las autoridades provinciales, su total desacuerdo con las acciones sospechosamente ilegales que ha llevado adelante la señora Hernandez, ex legisladora y además no conocen con exactitud con cuántos barcos y/o empresas se ha venido instrumentando este supuesto pedido de fondos, justificando los mismos a través de los gastos que demanda la custodia en puerto.
“La actividad pesquera en esa ciudad es la principal en la economía local y esto afecta tanto a la imagen del puerto como al sector de la pesca”, indicó un empleado de la terminal portuaria “Nosotros necesitamos que administre gente que sepa no que vengan a robar y a transar. Pero para eso tenemos que preparar gente con conocimiento y honestidad”, aludió el ex pescador que hoy cumple otras funciones en Puerto Deseado.
De acuerdo a los trascendidos en el puerto mismo, Hernández no habría pedido dinero por custodia policial a las pesqueras, sino también a las compañías mineras. (Agencia OPI Santa Cruz)
FUENTE: Agencia OPI Santa Cruz