Los productos agrícolas han sido un pilar fundamental en la relación comercial entre China y América Latina y el Caribe, destacando su carácter complementario y de beneficio mutuo. Cada año, alrededor de noviembre, las cerezas chilenas llegan a China, tanto por vía aérea como marítima, para abastecer la creciente demanda de frutas premium durante la Fiesta de la Primavera.
China, segundo mayor socio comercial de América Latina, espera convertirse en el mercado de exportación de más rápido crecimiento para la región, según el informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2024, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Estadísticas publicadas por la Administración General de Aduanas de China también muestran este auge. En 2024, el volumen total de comercio bilateral entre China y América Latina y el Caribe alcanzó los 518.467 millones de dólares, con importaciones que superaron los 241.460 millones, un crecimiento del 46 por ciento en comparación con 2019.
El auge del comercio entre China y América Latina y el Caribe se fundamenta en el dinamismo de ambos mercados y sus prometedoras perspectivas. El impulso del país asiático para aumentar la demanda interna, sostener su crecimiento y abrir aún más su inmenso mercado está generando nuevas oportunidades para la entrada de productos latinoamericanos de alta calidad.
En 2024, considerado el «año de promoción del consumo», las ventas minoristas de bienes de consumo en China, un importante indicador de la fortaleza de consumo del país, aumentaron un 3,5 por ciento interanual, alcanzando los 48,79 millones de yuanes (6,79 millones de dólares), según el Buró Nacional de Estadísticas de China.
Además, cifras de la Administración General de Aduanas de China revelan que la demanda de bienes de consumo esenciales del país fue notablemente robusta. El valor de las importaciones de frutas y vino aumentó un 8,6 por ciento y un 38,8 por ciento interanual, respectivamente.
Este impulso se respalda en políticas orientadas a liberar el enorme potencial de demanda de China. En los últimos años, iniciativas como el aumento de la contribución fiscal, el incremento de los ingresos, la eliminación de barreras comerciales y el impulso de la innovación tecnológica están dinamizando el crecimiento y abriendo nuevas fronteras de consumo.
Tu Xinquan, director del Instituto Chino de Estudios sobre la Organización Mundial del Comercio (OMC) de la Universidad de Economía y Comercio Internacional, afirmó que, en China, uno de los mercados más grandes del mundo, el apetito y la capacidad de compra de los consumidores por productos importados siguen en ascenso.
La determinación y las medidas de China para impulsar el consumo y ampliar la apertura brindarán, sin duda, oportunidades para la importación de más productos latinoamericanos de alta calidad. La cooperación económica y comercial entre China y América Latina continuará siendo eficiente y pragmática.
Fuente: Conclusión