Adopción en Chubut: se inscriben menos familias y pocas optan por niños mayores de 12 años

 

En lo que va del año en la provincia se concretaron seis adopciones plenas. Por qué la situación económica incide negativamente y cuáles siguen siendo los principales mitos y prejuicios a derribar. Los que se animaron a enfrentar mandatos sociales y el camino que falta recorrer.

“Pasamos las entrevistas y en pocos días conocimos a Nahuel. Cara de susto y pecas, con su skate. Nos enamoramos de él y ese mismo día vino a casa, compartimos el almuerzo y tarde juntos. Se empezó a quedar los fines de semana. A mediados de junio nos pidió quedarse a vivir en casa. El amor y el vínculo familiar se construye día a día. Pasamos por varias situaciones en donde nos preguntábamos y ahora ¿cómo seguimos?. Siempre nos ayudaron las chicas del equipo de adopciones, hasta que llegó la adopción en Septiembre de 2020, cuando los 3 decidimos ser familia!”.

Así describió en sus redes sociales un padre de Chubut lo que significó parte del proceso que lo llevó a la adopción plena de su hijo que un año más tarde, en 2021, concluyó la escuela secundaria para posteriormente seguir una carrera universitaria en Bahía Blanca.

El caso de Nahuel y su familia bien puede tomarse como un ejemplo de lo que significa desafiar las convenciones que existen en nuestra sociedad donde mayoritariamente las preferencias en cuanto a adopción siguen siendo de bebés o niños pequeños.

“A nivel país el 80 por ciento busca chicos chicos”, le dijo a ADNSUR, Sandra Papania, quien es desde el 2016 la Directora General de Adopciones de Chubut, señalando que apenas “un 2 por ciento” de los inscriptos en el registro de aspirantes tienen disponibilidad adoptiva para niños de más de 12 años. Una situación que a las claras demuestra que es casi imposible que encuentren una familia al llegar a la mayoría de edad.

PREJUICIOS Y MITOS

Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Española el significado de adoptar lo que nos indica es que se trata de “tomar legalmente en condición de hijo al que no lo es biológicamente”, aunque tal definición parece ser mucho más profunda cuando se trata de buscar sinónimos, apareciendo “prohijar, acoger, proteger, amparar, ayudar, apadrinar, patrocinar” y también “tomar, aceptar, admitir, abrazar y seguir”.

Por eso es difícil entender por qué semejante acto de generosidad sin límites mantiene aún tantos prejuicios y mitos fuertemente arraigados en la sociedad. Entre ellos el tiempo que lleva un proceso y lo difícil que es una adopción, la falta de chicos, el miedo de adoptar a un adolescente, el temor a que su familia de origen lo reclame o la necesidad de tener una situación económica acomodada para hacer frente a la manutención. E incluso tener que estar casados legalmente para iniciar el proceso o que las leyes son muy antiguas.

Todo eso hace que las aspiraciones de la mayor parte de los postulantes a adoptar contrastan con la realidad que viven los niños y adolescentes en adopción que tienen en general más de 6 años y pueden ser parte de grupos de hermanos y tener alguna discapacidad o problema de salud.

Sin embargo en Argentina, aunque la mayoría lo desconozca, se avanzó mucho en materia de adopción “a partir del nuevo Código Civil y Comercial” que entró en vigencia en 2015.

No sólo los plazos de un proceso de adopción se acortaron, pudiendo en la actualidad extenderse a un año y medio en total sino que además se ampliaron, por así decirlo, las distintas formas de familias que pueden convertirse en padres adoptivos, pudiéndolo hacer tanto matrimonios como ambos integrantes de una unión convivencial y/o una única persona (soltera. viuda o divorciada) cualquiera sea su identidad de género.

“Mucha gente tiene el mito de la ley antigua” reconoce Papania, pero rápidamente aclara sobre los cambios positivos que hubo en materia de legislación en nuestro país, no sólo en cuanto a quienes pueden convertirse en padres adoptivos sino en relación a los requisitos que hay que cumplir.

Sobre los plazos puntualizó que “un trámite adoptivo puede durar año y medio en total”, recordando que en el proceso deben darse tres pasos “el primero que es el de vinculación (encuentros entre las partes), el segundo denominado guarda preadoptiva (6 meses) y el tercero referido al inicio de juicio de adopción”.

Mientras que en cuanto a lo económico, recordó que la Ley no habla sobre que se pida un ingreso mínimo, aunque sí es necesario probar que existe un ingreso suficiente como para poder afrontar gastos generados de la crianza. Así como tampoco es obligatorio ser propietario de una vivienda, pero sí poder contar con un lugar adecuado acorde de las necesidades del niño o del adolescente.

ECONOMÍA Y MERMA DE INSCRIPTOS

Si hay un tema que preocupa a los especialistas es la merma en cuanto a la cantidad de postulantes que se inscriben en el Registro de Aspirantes de Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA).

La Directora General de Adopciones de Chubut explicó que nuestra provincia no escapa en ese sentido a lo que está ocurriendo en líneas generales en Argentina y detalló que un factor clave en esta situación “está centrado en la situación económica”.

“Afecta porque ahijar implica una responsabilidad. Se necesita garantizar derechos a los niños” indicó, mientras que también recordó que otra baja en el número de inscriptos “se dio durante la pandemia”.

A modo de comparación y para tener una idea de la situación que se vive en Chubut, Papania dijo que “por ejemplo en 2020 en toda la provincia había 80 inscriptos, mientras que actualmente hay 56”, un número que aspiran a mejorar con el correr de los meses.

Asimismo detalló que en ese más de medio centenar de inscriptos “la franja de adoptantes en general se ubica entre los 40 y los 60 años de edad”, habiendo entre ellos “familias con hijos biológicos que deciden adoptar, familias que decidieron no tener hijos y que optan por adoptar o familias que no pudieron tener hijos y quieren adoptar”.

ADOPCIONES PLENAS

Si bien ha habido cambios positivos tanto en lo legal como en lo social, lo cierto es que a simple vista parecen no ser suficientes en materia de adopción. Y aún falta mucho.

En Chubut, en lo que va de este 2024 se concretaron seis adopciones plenas, lo que significa que quien fue adoptado tiene en la familia adoptiva los mismos derechos y obligaciones que todo hijo.

De los seis casos de adopción plena que se concretaron este año, tres corresponden a preadolescentes, dos son de un hijo solo y uno tiene que ver con un grupo de hermanos. Mientras que las familias adoptivas están conformadas por parejas heterosexuales y una monoparental. Aunque también en la provincia se registran con anterioridad a éstos, casos de familias igualitarias que adoptaron recientemente.

Papania recordó que quienes deseen inscribirse en el registro de aspirantes deben hacerlo de acuerdo a su domicilio, pudiéndolo hacer en Chubut, por una cuestión de cercanía, en alguna de las cuatro delegaciones que existen. En Trelew en Hipólito Yrigoyen 937, teléfono 280 4425256; en Comodoro Rivadavia, calle Fontana 1563, teléfono 297 4923632; en Puerto Madryn, en Galina s/n Registro Civil, teléfono 280 4455856 y en Esquel, calle Ameghino 912, teléfono 2945 450113.

“Todos pueden solicitar una entrevista en la que podrán sacarse todas las dudas y en la que podremos explicarles todo el proceso”, indicó.

ADOPTAR UNA FAMILIA

Bajo la nueva mirada respecto a adopciones centrada en que “un niño busca una familia y no una familia a un niño” o bien “quiero adoptar una familia. Voy a amarte, no importa la edad que tengas. A vos, ¿te importa la mía?”, muchos siguen siendo los casos sin resolución.

Uno de ellos se conoció la semana pasada mediante una convocatoria pública provincial lanzada precisamente desde la Dirección General de Adopciones de Chubut.

Bajo la premisa “Buscamos familias, que sientan el deseo de ahijar a través de la adopción o constituirse en referentes afectivos”, se difundió el siguiente mensaje: “Soy un adolescente de 14 años y espero encontrar una familia que se comprometa a garantizar mis cuidados. Estoy cursando el primer año de la escuela secundaria. Me gusta mucho el deporte, juego al fútbol y salgo a correr. Mi música preferida es el trap. Tengo hermanos con los que deseo sostener comunicación”.

Leyendo tal pedido es casi imposible no relacionarlo con el caso de Nahuel, el adolescente con el que comenzamos esta columna y que fue adoptado a los 16 y ahora estudia en Bahía Blanca. Él también buscaba una familia y la encontró. O yendo a un caso más nacional, como el de los seis hermanitos de Salta, de entre 7 y 12 años, que fueron adoptados por Víctor y Jorge hace dos años atrás cumpliendo de esa manera el anhelo de los chicos de permanecer juntos.

Porque historias como la de ellos, y de otros tantos en Chubut o cualquier parte del país y el mundo, demuestran que abrazando sus vidas transformamos la nuestra, y que el amor y la familia van mucho más allá que los lazos de sangre, porque todo niño o adolescente merece un hogar donde sentirse amado y valorado.
Porque como escribió el poeta chileno y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda: “Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”.

Sandra Papania es desde 2016 la Directora General de Adopciones de Chubut.

Por Sandra Loscar-ADNSur

FUENTE: chptnoticias.com