“Estimados, en caso que no haya quedado claro, este gobierno vino a bajar impuestos”, sostuvo este martes el ministro de Economía, Luis Caputo, en un posteo en X. De todos modos, aclaró que eso no será inmediato, sino más tarde. “Solo que, producto del desastre heredado y nuestro pésimo historial crediticio, solo podemos hacerlo si tenemos superávit fiscal”. Si bien ese objetivo se logró a largo de casi todo el año pasado -no como producto de un crecimiento del producto sino de un brutal ajuste del gasto-, Caputo explicó que la Casa Rosada bajó el tributo “inflacionario”.
El titular de la cartera Económica respondió así, en forma indirecta, al reclamo de los gobernadores de la Región Centro Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), que al mediodía se reunieron en Rosario para solicitar el fin de las retenciones a algunos productos del agro porque, de lo contrario, “el campo se va a fundir”.
Caputo señaló que “costó mucho evitar una hiperinflación y lograr lo que hemos logrado en apenas un año”, y recordó que “la ortodoxia fiscal y monetaria no es negociable, y es el mayor reaseguro para todos los sectores productivos de que Argentina ya no va a caer en las crisis que hemos estado inmersos por décadas”.
Desde que asumió en la Casa Rosada, el presidente Javier Milei restituyó el cobro de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, reimpuso el IVA a los alimentos y subió notablmente el monotributo, que pagan más de 4 millones de argentinos.
“Desde que asumimos, ya hemos bajado más impuestos que cualquier otro gobierno”, dijo Caputo, pero como ejemplo no mencionó un gravamen, sino el resultado del ajuste y la recesión resultante: “Entre ellos el más importante, el impuesto inflacionario. Ese que tiene correlación directa con el nivel de pobreza”.
Luego, señaló que “también terminamos con el impuesto País (que el mismo gobierno aumentó su alícuota apenas asumió), otro impuesto tremendamente distorsivo, y redujimos en muchos casos a cero una cantidad impactante de aranceles, en particular a los bienes de capital”. Esto último significa el certificado de defunción de parte de la industria nacional. Ningún tributo que mejore las condiciones de vida de las mayorías.
“Sepan que todos los días analizamos la situación financiera del país, para ver si podemos seguir bajando impuestos. No necesitamos a nadie que nos lo venga a recordar, porque a eso hemos venido, añadió el titular del palacio de Hacienda.
Entonces, Caputo apuntó hacia quienes le piden que reduzca o elimine las retenciones al agro. “A las provincias y municipios les digo que están cordialmente invitados a esta tarea. Todavía no hemos visto una provincia reducir Ingresos Brutos, sin lugar a dudas el peor impuesto que una economía puede tener”, dijo.
“Al contrario -continuó-, muchas lo han subido, y algunas a niveles aberrantes. Ni hablar de algunos Municipios, que están directamente estafando a sus vecinos con tasas municipales que no tienen ninguna correlación con las prestaciones que brindan, es decir, contrariamente a lo que dice la ley”. Y pidió más ajuste: “Ojalá seamos cada vez más los que entendamos que la forma más saludable para bajar impuestos es bajando el exorbitante nivel de gastos que aún hoy algunas provincias y municipios tienen”.
En una respuesta a su tuit, el diputado nacional por Santa Fe de La Libertad Avanza (LLA), Nicolás Mayoraz, le puso nombre al debate: “Que alguien le avise al gobernador @maxipullaro que anda de campaña haciendo demagogia con las retenciones mientras sube Ingresos Brutos y aplica tarifazos sin hacer un solo esfuerzo por reducir el gasto público”.
Fuente: Conclusión