El consumo masivo sigue en picada: se desplomó un 9,8% en febrero y lleva 15 meses seguidos en caída

Al mismo tiempo en que se registró un nuevo repunte inflacionario, con un índice que alcanzó el 2,4% en el mes de febrero, el consumo continúa en una caída sin escalas. Así lo reveló nuevamente la consultora Scentia, con un informe que da cuenta de un desplome que ronda cai un 10% y que ya acumula 15 meses seguidos en picada. El mayor impacto se siente en supermercados y autoservicios.

El informe de Scentia explica que desde el mes de enero de 2024, la caída del consumo ha sido constante, y los rubros que más se desplomaron fueron las bebidas sin alcohol, que se retrajeron en un 18,8%, las bebidas con alochol, en un 16,2%, los artículos llamados de «consumo impulsivo», con un registro del 10, 5%, los artículos de limpieza de ropa y hogar, con un 9,7% y los productos de higiene y cosmética, un 8%.

Asimismo, la consultora da cuenta de que las ventas cayeron en supermercados y autoservicios de todo el país, tanto en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde se retrajeron un 8,3% como en el resto de las provincias, que registraron un derrumbe del 4,9%.

Los factores que influyen directamente en el continuo devenir negativo del consumo son, por supuesto, la constante alza de precios de las canastas básicas. En ese sentido, la consultora detalla que el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia, aumentó un 3,2% en el segundo mes del año, el registro más alto desde septiembre del año pasado. En tanto, la canasta básica total (CBT), que determina la línea de pobreza, también se aceleró y trepó un 2,3%.

Así las cosas una familia tipo necesitó en febrero $1.057.923 para no ser considerada pobre, de acuerdo con la metodología oficial, mientras que para no caer en la indigencia requirió $468.108.

Fuente: Conclusión