La polémica por la estafa con la criptomoneda Libra, la represión durante la marcha en defensa de los jubilados y los insultos a la comunidad LGBTIQ+ fueron minando la imagen del Gobierno nacional. Pero tras ese velo se oculta la cuestión central de la política de Javier Milei: la economía.
Si bien el punto que más preocupa a los argentinos desde más de una década es la inflación que alteró durante años el día a día de la gente e hizo casi imposible la planificación tanto de las empresas como de las familias, esta variable no es la única.
Es cierto que el aumento de precios desde hace varios meses ha comenzado un notorio camino a la baja (resta conocer los números de febrero que saldrán este viernes), sin embargo, el Gobierno tiene aún un gran desafío por delante: la falta de divisas. Ése es el punto clave para el economista Esteban Guida: “La inflación es la variable que sensibiliza a las mayorías. Pero esto opacó el problema de fondo que tenemos desde hace décadas”.
“Tenemos una estructura productiva primarizada, que no permite vender al resto del mundo lo suficiente para pagar tres cosas: consumo externo, fuga de divisas y deuda. Ese fue el problema desde la vuelta de la democracia. Matriz productiva que se propinó a punta de pistola porque fue durante la dictadura nos condicionó estructuralmente”, comienza explicando el docente en diálogo con Conclusión.
“Lo que pasa es que los gobiernos cambiaron el eje del problema, sacándolo de la escena política y pusieron al frente el tema de la estabilización. De esta manera, nunca se cuestionó la matriz productiva, la forma en la cual el país genera riqueza”, continúa el especialista.
Haciendo un raconto histórico, Guida da cuenta que “Estados Unidos, en 1945, al definir el esquema económico mundial exigió a los países que no intenten salirse de este modelo. Cuando el FMI se crea no para sacar a los países de ese problema, sino para financiar a los países a fin de que se mantengan en esa postura y los países desarrollados puedan continuar con su posición dominante. Si todos los países pudieran acceder a la carrera industrial, no habría el nivel de concentración de riqueza que hay hoy en día”.
Emerge el problema
El modelo recesivo del Gobierno nacional, para Guida es inviable. Y además, lo único que hace es poner a la luz esa restricción externa madre de todos los problemas.
“Cuando hacés semejante contracción monetaria, o sea, cuando sacás dinero de la economía alevosamente, por la caída del gasto público, aumento de tasa de interés o ancla en los salarios; eso se traduce en falta de consumo. Gran parte de ese consumo son importaciones y empresas que se van a dólares. Entonces, ¿cómo logró Milei mantener el dólar planchado? Con una fenomenal contracción de la economía”, advierte Guida.
A su vez, señala que “Milei dice que la contracción monetaria que realizó es tan grande que la gente no va a tener pesos para comprar dólares, por lo tanto no va a haber corrida cambiaria. Pero al salir corriendo a pedir plata al Fondo está demostrando al mercado que esa idea puede ser que no le salga. Es todo muy frágil. El Gobierno está nervioso”.
Por eso, “el crecimiento económico es contradictorio con el plan. Porque en la medida que hay crecimiento, se empieza a consumir y van a faltar más dólares”, resume el docente.
¿Pero qué pasará cuando comiencen a escasear aún más los dólares? “Los especuladores financieros están viendo que los dólares no están. Además, el resto del mundo no te presta plata. La pregunta que se hacen los que invierten o los que compraron bonos es si el Gobierno va a tener los dólares cuando se los quieran llevar. Vos planteas una economía abierta confiando en que los dólares no te iban a faltar. Pero eso no tiene sustento ni futuro.”, alerta el economista.
Crédito con el Fondo
Durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente adelantó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para lo cual luego firmó un decreto que mandó a la Cámara de Diputados. Esto para Guida expresa la desesperación del Ejecutivo por hacerse de billetes verdes.
Sobre el nuevo convenio con el organismo internacional, el economista se mostró desconfiado: “Hay que ver qué condiciones pone el FMI. Si pide devaluar, el Gobierno eso no lo va a hacer porque va a tener un salto en los precios y se vienen las elecciones. Y se cae la estructura de razonamiento del ‘nobel’ Milei”.
Por otro lado, manifestó que “el blanqueo aportó mucho (dólares), pero la plata es de los ahorristas. Los sectores que han ganado son de nicho y asociados con el modelo extranjerizador. Por ejemplo, finanzas, minería o hidrocarburos, que emplean a un porcentaje ínfimo. Por Vaca Muerta están ingresando muchos dólares y parece que la cosecha puede ser buena”.
Esto, contrariamente de ser positivo, para Guida es un mal presagio, ya que “esta situación puede seguir y nos morimos todos de hambre. Porque la economía no explota, lo hacen la política o los especulares. Que la gente tenga hambre no va a modificar el modelo económico”.
Fuente: Conclusión