Reflexionar sobre el legado de un escritor obliga a diferenciar varios aspectos. Por un lado, están sus legítimos herederos que reciben la propiedad y los beneficios económicos que se generan por su obra través de los derechos intelectuales y de autor y, por otro lado, está quién manejará ese patrimonio, con qué conocimiento de la obra y como logrará preservar el espíritu del autor y de su obra.
El legado de la obra de un escritor no es una herencia fácil: están sus obras, sus manuscritos, material periodístico, archivos, cuadernos de notas, posibles textos inéditos, documentos de valor literario, su biblioteca y todo lo que hace al oficio de poeta Cristian Aliaga nació en la provincia de Buenos Aires y se radico y vivió con su familia en Comodoro Rivadavia hasta sus últimos días. Tenía un sorprendente curriculum: fue docente, escritor, periodista y editor. Su formación profesional estaba coronada con un Posgrado en Gestión en Cultura y Comunicación y una Maestría en Comunicación. Fue docente en el extranjero en la Universidad de Leeds y en la Argentina en la Universidad Nacional del Comahue. Su carrera literaria fue muy prolífica y escribió varias obras y recibió varios premios literarios relacionados con la poesía (su gran amor y pasión). Además, fue periodista y tenía un diario digital: El Extremo Sur. Como editor, fundo y desarrollo la reconocida editorial Espacio Hudson con un catálogo de autores preocupados por el cuidado del ecosistema y la naturaleza y, especialmente, por el lenguaje y la identidad de los pueblos originarios …
Cuestiones intangibles como la preservación de su legado y la custodia de su obra son muy importantes. Algunos escritores nombraron un albacea como es el caso del consagrado escritor Tomás Eloy Martínez que dejo a su hijo Ezequiel al cuidado de su obra. En un reportaje declara que está cumpliendo fielmente con la idea que tuvo su padre al nombrarlo su albacea: “no publicar nada que no represente su legado como escritor”. Es por ello que no autorizo la publicación de la primera novela del escritor llamada: Sagrado, que fue escrita en el año 1969, porque reflejaba un momento de experimentación con el lenguaje dentro de sus primeros pasos como autor de ficción. No es un libro que represente al escritor que después se consagró con títulos como La novela de Perón y Santa Evita. Ezequiel respetó esa decisión y en la misma línea de pensamiento está su novela póstuma: El Olimpo; porque si bien está terminada, quedó como un borrador, sin pulir, sin su esencia …
El legado de Cristian Aliaga, su espíritu, su esencia como poeta y su frondoso patrimonio cultural están reflejados en sus obras y en la editorial que fundo y desarrollo en la Patagonia Argentina y deberían arbitrarse los medios para preservar ese acervo cultural para la posteridad. No es tarea fácil, algunos escritores nombraron un albacea, otros crearon una fundación, los menos dejaron sus obras en manos de empresas editoriales y algunos herederos dejaron las obras al cuidado de universidades extranjeras, como es el reciente caso de Gabriel García Márquez que tiene su obra al cuidado del Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, Estados Unidos Su relación con la escritura era la de poeta, pero la línea editorial desarrollada por Cristian Aliaga era muy plural y daba lugar a autores más allá de lo comercial y de las leyes del mercado. Lo realizaba por convicción y como un acto de resistencia y de rebeldía hacia el mercado editorial dominante. En el catálogo de su prestigiosa editorial encontramos poetas de renombre mundial como Juan Gelman y Diana Bellesi y, además, escritores consagrados como Osvaldo Bayer y muchas voces de pueblos originarios que se encontraban ocultas y sumergidas …
Pensando en las generaciones futuras, nos preguntamos: ¿Qué sucederá con su obra? ¿Quién se hará cargo del legado del escritor? ¿Qué rol debería tener el gobierno de Chubut? Entendemos que se deberían arbitrar los medios para poder preservar la obra y el legado, como poeta y editor, de esa gran persona que fue Cristian Aliaga.
Por Rodolfo García – ingeniero agrónomo y escritor. Bajo el sello editorial de Espacio Hudson publico la novela: “Niebla polar”.
FUENTE: chptnoticias.com