La disputa entre los usuarios de la Cooperativa CALF, los concejales y el Ejecutivo municipal ha dejado varios interrogantes. La negativa del Concejo Deliberante de habilitar la Audiencia Pública encontró a oficialistas y aliados unidos, una vez más, para imposibilitar el uso de herramientas democráticas que la propia Carta Orgánica de la ciudad brinda. Horas previas a que sea debatido en el recinto, un asesor confió a Minuto Neuquén que la orden era clara “no tiene que salir”. Y así fue. ¿Por qué no a la Audiencia Pública? ¿Cuál es el temor a que los vecinos se expresen? ¿Qué intereses se esconden?
Por todos los medios se ha intentado silenciar a los usuarios que pelean contra el pago de la deuda a CAMMESA y también contra el ítem que se cobra por el Complejo Ambiental Neuquén. En silencio se usan todos los mecanismos que la política tiene a su disposición para seguir adelante con una medida que, al menos, es antipática para los casi 100 mil usuarios.
Esta disputa trascendió los límites de la ciudad y a fuerzas de contactos, las partes luchan por convencer a las nuevas autoridades del INAES. Los teléfonos en Buenos Aires suenan una y otra vez y cada vez que el prefijo “299” aparece en la pantalla de los celulares, los funcionarios se agarran la cabeza. Un grupo de vecinos logró tener una audiencia con las principales autoridades del organismo.
Lo mismo consiguieron los representantes de CALF que viajaron a Buenos Aires con una delegación que contó con la presencia de personas ligadas al Gobierno provincial. En las próximas semanas, el INAES debería dar a conocer su decisión ante las presentaciones de los usuarios. Por las dudas, el presidente de la cooperativa, Marcelo Severini ya les advirtió a las autoridades nacionales que si fallan en contra de la Cooperativa, apelarán.
Pero volvamos a la ciudad. Son incomprensibles los intentos de invisibilizar un reclamo que se está convirtiendo en un dolor de cabeza para la Municipalidad y también para CALF. Si la Audiencia Pública era NO vinculante ¿Por qué no escuchar a los socios? La Casa de todos los vecinos, como les gusta repetir a los concejales, esta vez no lo fue. ¿Por qué no debatir algo que es de interés de toda la comunidad? La audiencia permitiría escuchar a las partes y conocer los fundamentos que tienen. Podrían hablar usuarios, profesionales, funcionarios y la propia conducción de la cooperativa. Acaso ¿ahí radica el miedo? La audiencia permitiría conocer por menores del funcionamiento de la cooperativa que se desconocen.
Excusas y más silencios
Desde el oficialismo, sus aliados y CALF han elegido trasladar la culpa al muerto. Suena duro, pero así es y así lo hacen. Desde que la ordenanza llegó al concejo, se analizó, se debatió y se votó (7 días), la excusa recurrente fue el ex intendente “Pechi” Quiroga. La sorpresa es que sus alfiles, en época de gobierno, no ensayaron una defensa.
Por otro lado, en algún lugar de la ciudad, en un rol desdibujado, está la Defensoría del Pueblo, que en diciembre se vio en el incómodo lugar de tener que hacer una presentación judicial, luego del reclamo de los usuarios. El defensor del pueblo es el ex concejal por el MPN, Jorge Rey, que dejó su banca para “defender al pueblo”.
También sería bueno conocer cuál es la postura del Gobierno provincial que hasta el momento optó por observar en silencio todo lo que sucede. El actual presidente de CALF, Marcelo Severini, también es funcionario de la provincia -director del Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN)-. En el 2019, era vocal del Consejo Administrativo, cuando el ex presidente Carlos Ciapponi -en la actualidad, primer vocal titular- decidió dejar de pagar.
Es dificil no pensar mal cuando en este acuerdo -donde al único que se le ha negado la voz es al socio- muchos de los que deben dar respuestas, prefieren el silencio. Un silencio que despierta sospechas. “El que calla otorga”, dice el dicho popular.
FUENTE: Minuto Neuquen