El Papa Francisco entregó al gobierno de Grecia varias estatuas pertenecientes al Partenón que el Vaticano tenía entre sus puertas hace más de doscientos años. Este suceso se da en medio de una pelea que el país europeo mantiene con el Museo Británico para que les regresen diversas piezas que pertenecen a este edificio milenario. Los fragmentos fueron tallados por los antiguos griegos hace más de 5000 años.
El líder espiritual de Grecia, el arzobispo de la iglesia Ortodoxa de la región y jefe de esta rama del catolicismo, Ieronymos II de Atenas le agradeció a su par: “Este acto del Papa Francisco tiene una importancia histórica y un impacto positivo en múltiples niveles. Mi deseo personal es que otras personas lo imiten”. Los tres fragmentos son cabezas de diferentes estatuas, una de un caballo, otra de un niño y la tercera de un hombre con barba, las cuales fueron retiradas de la península de manera muy controversial hace más de dos siglos.
Durante el mes de diciembre, el líder de la iglesia católica apostólica romana le había afirmado a su par que tenía ganas de donarle a Grecia y al líder de la iglesia de esa nación: “Un signo concreto del deseo que mantengo de seguir en el camino ecuménico de la verdad”. El jefe de la delegación que envió el microestado de la península itálica a la nación europea indicó que esta decisión “maduró en el contexto de las relaciones fraternales que Francisco tiene con la iglesia ortodoxa”.
Luego de que esta situación se hiciera pública, los líderes en el Museo Británico indicaron que esta donación fue inspirada por una razón religiosa y no mediante el uso de una relación bilateral que puede ser imitada en cualquier otro lado. Esta institución se encuentra en medio de una polémica debido a que varias naciones le exigieron que les devuelvan sus bienes culturales, los cuales fueron conseguidos mediante el colonialismo.
Grecia contra el Reino Unido
Durante décadas, los gobiernos de ambas naciones estuvieron metidos en medio de una pelea constante debido a la obtención de estas piezas gracias al entonces embajador de la corona británica en el imperio otomano, el cual durante ese momento gobernaba en Grecia.
Desde Atenas indicaron que se usaron sierras de mármol y, a pesar de que había rumores de que se había llegado a un potencial acuerdo, fue el propio Rishi Sunak, Primer Ministro británico, quien indicó que ninguna pieza iba a dejar el museo.
FUENTE: Minuto Neuquen