Esteban Guida: “El Gobierno ha puesto a la inflación como su único trofeo de guerra, no tiene más para mostrar”

El horizonte económico argentino es difuso. Las políticas implementadas por el Gobierno nacional generan más dudas que certezas sobre el devenir de un experimento que tiene a toda la población como víctima de esa incertidumbre. De momento, el Poder Ejecutivo que encabeza Javier Milei tiene a la desaceleración de la escalada inflacionaria como único trofeo de guerra, pero es un bastión endeble que puede morigerar su impacto si se estanca o queda jaqueado por otras variables.

Distintas sensaciones aparecen al cruzarse con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que arroja mensualmente el Indec. Algunos sienten que las góndolas, las boletas y lo que se va en gastos asociados a vivienda y transporte, muestran variaciones mucho más significativas que el 2,7% de aumento que mostró la inflación en diciembre o el 2,4% registrado el mes anterior.

Ante esto, cabe tener en cuenta dos puntos. La sensación es individual y responde a la situación de cada individuo, a la vez que el índice arroja a nivel general un promedio de suba, contemplando un listado de ítems que en oportunidades varían por encima de dicho promedio. De esta forma, una persona de ingresos medios, que paga alquiler, agua, luz y gas, sufre mayormente el deterioro de su poder adquisitivo ante el 5,3% de alza tuvo el tópico que engloba esos gastos en el relevamiento del Indec, frente a alguien que no abona esos servicios y/o no alquila. Lo mismo ocurre con quienes suelen comer afuera, por el 4,6% de suba en «Restaurantes y hoteles», y en el caso de los servicios de comunicación (5% de aumento), todo por encima del promedio de 2,7%.

Es fundamental contemplar que existen diferentes escenarios para, a la vez, considerar que la desaceleración de la inflación tiene un impacto relativo con el correr de los meses. Más teniendo en cuenta que las actualizaciones de ingresos están lejos de mostrar saltos que permitan empardar la trepada que sufrieron algunos gastos y su consecuente deterioro en el poder adquisitivo.

La incógnita radica en que el Gobierno tiene como único trofeo de guerra a la baja del ritmo de los aumentos, pero los elementos para mantenerla se presentan poco sostenibles. Así lo describe el economista de la Fundación Pueblos del Sur, Esteban Guida, que en diálogo con Conclusión identificó las grietas del modelo.

“Es su único trofeo real porque no tiene otras cosas para mostrar en materia política y económica. En general las medidas que ha tomado son muy antipáticas y contrarias al interés general, sobre todo los sectores mayoritarios, pero la baja de la inflación no; a las grandes mayorías le impacta para bien”, apuntó.

Al ser identificado como el único logro, el Gobierno instrumentó un paquete de políticas en shock para que la reducción en el índice inflacionario aparezca de forma inmediata. “Una de las principales medidas -puntualizó Guida- ha sido el ancla cambiaria para mantener el tipo de cambio artificialmente bajo, porque si lo mantenés pisado una cantidad importante de bienes que dependen del tipo de cambio necesariamente tienen que llevar esa dinámica”.

No obstante, las empresas no venden porque el mercado está retraído por la caída del salario real y el hecho de que los bienes son relativamente más caros que los del resto del mundo, razón por la que la contracción es interna y externa.

“Así hay una caída muy fuerte de la actividad económica. Eso hace que el que vendía antes hoy no venda y, si no baja el precio, ni siquiera se saca de encima los stocks. Ese es un segundo mecanismo (para disminuir la inflación), la represión económica, que se transforma en una necesidad del modelo, no en un efecto no deseado”, explicó el economista.

El economista de la Fundación Pueblos del Sur, Esteban Guida.

“Después -amplió- uno tiene como tercer elemento la política financiera, que también es tradicional. Cuando uno quiere que en el mercado de bienes haya una caída de precios o incluso una deflación, incentiva la especulación financiera. Porque si vos vas a ganar muchísima más plata en colocaciones financieras, ¿para qué vas a invertir en la economía real? ¿para qué te vas a gastar la plata en un bien si podés dar vuelta el dinero y ganarle mucha más plata? Por otra parte, si los bienes están cayendo de precio por esta política, ¿por qué vas a consumir hoy? Más vale espero el mes que viene y me lo compro a un menor precio”.

Son estrategias que pueden llegar a surtir efecto en los números, pero con costos sociales, económicos y productivos muy grandes. Uno de los riesgos que aparece en el horizonte es que el modelo se consolide y modifique la matriz productiva del país. La tensión entre el regodeo estadístico y el deterioro del nivel de vida de gran parte de la población puede elevarse con el correr del tiempo.

“Son procesos que se consolidan y cambian la estructura económica del país, la manera en la cual se genera riqueza dentro del mismo. Por eso estamos en una situación muy delicada, de transferencia de recursos, tratando de entender si este esquema va a ser sostenible en el tiempo”, enfatizó.

Fuente: Conclusión