Científicos del CONICET y de la Academia de Ciencias de China descubrieron restos fósiles de un renacuajo que dataría en unos 165 millones de años de antigüedad.
La investigación se publicó en la prestigiosa revista Nature y el descubrimiento se logró en el noreste de Santa Cruz, a unos 100 kilómetros de Puerto Deseado.
El fósil encontrado es perteneciente al período Jurásico de la especie Notobatrachus degiustoi, antepasados de los anfibios como ranas y sapos.
El hallazgo de restos íntegros de un renacuajo permitirá conocer el desarrollo y evolución del ciclo de vida de esta especie.
“Para comprender la evolución del ciclo de vida de los anuros es necesario el estudio integral tanto de la fase larval como adulta” argumentó Mariana Chuliver, investigadora de la Fundación de Historia Natural Félix Azara y primera autora del trabajo.
“Sin embargo, la escasez de renacuajos en el registro fósil hizo que los orígenes y evolución temprana de la fase larval fueran enigmáticos”, agrega Federico Agnolín, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y uno de los coautores del estudio.
La investigación señala que la especie Notobatrachus degiustoi, conocida desde 1957 a partir de la descripción de numerosos esqueletos de individuos adultos bien preservados, hallados en la estancia La Matilde, lugar donde se encontró este fósil, “tiene una gran importancia, porque conserva rasgos “primitivos” que no están presentes en las ranas y sapos vivientes”.
Para los investigadores, las similitudes entre este renacuajo del Período Jurásico y los renacuajos de algunas de las especies de anuros actuales revelan que el ciclo de vida con dos fases de este grupo de vertebrados es tan conservador como exitoso. (Agencia OPI Santa Cruz)
FUENTE: Agencia OPI Santa Cruz