El enorme gasto estatal destinado a la custodia de la izquierdista Elisa Carrió, exdiputada nacional por la Coalición Cívica, generó fuertes críticas debido a su elevado costo para las arcas del Estado y, por lo tanto, para el contribuyente.
Según fuentes consultadas por La Derecha Diario, la seguridad personal de Carrió le cuesta a los argentinos más de 1.000 millones de pesos anuales, que son pagados por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, una cifra exorbitante que desató un debate sobre la justificación de semejante erogación.
La situación se agrava aún más si se consideran los detalles revelados en las últimas semanas: Carrió cuenta con una amplia estructura de seguridad, que incluye más de 20 custodios y dos choferes, todos ellos financiados por el Gobierno de la Ciudad.
Este alto costo, claramente desproporcionado en relación a su rol actual, está siendo objeto de fuertes cuestionamientos, especialmente cuando se considera que Carrió ya no ocupa un cargo legislativo y su participación en actividades políticas parece haber disminuido considerablemente.
El presidente Javier Milei, que no dudó en señalar las contradicciones en el accionar de la clase política, también criticó duramente a la exdiputada en una reciente publicación en su cuenta de X.
"En esta foto se puede ver a la “Pitonisa de la Moral”, que ya no es Diputada Nacional y nadie sabe de qué trabaja, con uno de sus dos choferes (y más de 20 custodios) pagados desde el Gobierno de la Ciudad. Las contradicciones se cuentan solas. CIAO!", expresó Milei
El elevado gasto en la seguridad de Carrió se vuelve aún más cuestionable cuando se analiza en el contexto de las preocupaciones económicas que atraviesa el país, y particularmente en la Ciudad de Buenos Aires.
En una ciudad donde se pagan elevados impuestos, muchos ciudadanos se sienten indignados por el despilfarro de recursos en una figura que ya no tiene una función pública activa.
Esta situación también deja en evidencia la hipocresía de Carrió, que critica fuertemente la tenencia de armas por parte de la ciudadanía para defender sus vidas y propiedades, pero no tienen ningún problema para hacer uso de custodios armados para que la vigilen.
Sin duda Carrió, que hace unos meses intentó prohibirle al presidente Milei la salida del país, demuestra como se comporta la casta política, que únicamente defiende sus privilegios.
Fuente: Derecha Diario